lunes, agosto 07, 2006

La reencarnación de las máquinas

Núm. 3: Bienvenida a casa. Acabas de renacer.
Núm. 6: Pero... estoy muerta... muerta...
Núm. 3: Ya has pasado por eso. Te hemos dado un cuerpo nuevo.


Battlestar Galactica es un microcosmos del mundo real. Un mundo en que los humanos se saben condenados al exterminio a causa de su misma naturaleza. El hombre crea, conquista, destruye y genera el karma necesario para dar muerte a su propia especie. Los cylons fueron creados por el hombre; y estos no sólo logran imitar la apariencia de sus creadores, sino que se hacen con el control de todo aquello que es propio del ser humano: poder, raciocinio, sentimientos...

La serie, como un espejo, nos devuelve una imagen caricaturizada de nuestra propia realidad: la corrupción política, la guerra entre religiones, el racismo, la drogadicción, el aborto, el poder de la fe, el sentido de la vida...

Los cylons han alcanzado el sueño eterno de sus creadores: la inmortalidad. Al morir, se descargan, como un programa informático, en un nuevo cuerpo idéntico al anterior con todos los recuerdos de sus vidas pasadas intactos. Lo que presuponen un remedio para aprender de los errores no deja de ser, al fin y al cabo, una tumba perpetua de sufrimiento acumulado; una inmortalidad que paradójicamente sólo conduce a la autodestrucción.

Humanos que se olvidan de ser humanos y máquinas que dejan de ser máquinas. La línea que separa los humanos de las «tostadoras» se dibuja cada vez más fina. Quizás la esperanza se aleje de los extremos y se halle en la nueva especie híbrida venidera.

Lo mejor: la calidad interpretativa de los actores.
Lo peor: la introducción de subtramas a veces es algo forzada.

1 comentario:

dragon negro dijo...

me han hablado muy bien de esta serie y tengo muchas ganas de ver que tal, a ver si un dia de estos me pongo...

saludos!!!!